#broelisoriano En el Nuevo Testamento NO hay ningún versículo que señale a los discípulos de Jesús, preguntándole acerca del diezmo.
Los discípulos de Jesús, y en especial los apóstoles nunca le preguntarían acerca del diezmo, porque ellos sabían que había ocurrido un cambio de la ley, puesto que el cambio de sacerdocio demandaba un cambio de la ley.
Los levitas actuaban según el mandamiento que les permitía tomar los diezmos de sus hermanos israelitas. Los pastores actuales NO tienen mandamiento de la ley para tomar los diezmos de sus hermanos.
Los forasteros eran beneficiarios del diezmo, porque la Palabra indicaba que debía repartirse el diezmo entre ellos. Ellos NO daban diezmos, recibían parte de los diezmos.
Las iglesias actuales colectan diezmos para el pastor y éste se enriquece, porque NO los comparten con los extranjeros, las viudas, los huérfanos.
Los diezmos NO son parte de los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo para esta época. Era un mandamiento para los hijos de Leví respecto a sus hermanos, los israelitas.
Ahora bien, con la venida de Jesús, con el cambio de sacerdocio existe un cambio de la ley, lo cual incluye y afecta a los diezmos. ¿Cuál es el cambio? Cambia la sujeción del hombre a la ley de Moisés (por la cual no pudo ser justificado) y se somete a la ley de Cristo, y ésta NO incluye al diezmo.
Por el contrario, tanto Jesús como sus apóstoles señalaban que cada uno de nosotros debía dar según sus posibilidades, voluntariamente, sin obligación.
Ese es el mismo sentido del diezmo entregado por Abraham a Melquisedec. NO se trataba de un mandamiento. Representaba una muestra de respeto de Abraham respecto al rey de Salem, territorio que atravesaba Abraham y como retribución o peaje, entregó parte de su botín.
Fue una retribución, una muestra de respeto. NO un mandamiento. El diezmo se encontraba en la Ley de Moisés; pero antes de ella, se trataba de un acto voluntario. Jacob diezmó, porque hizo un voto que nació de su voluntad, NO por un mandamiento.
Entonces, antes de Moisés, el diezmo fue un voto o una muestra de respeto, voluntario. Se hace una obligación, un mandamiento para los levitas con la ley de Moisés. Cuando Jesús viene, cambia el sacerdocio y también la ley. Estamos bajo la ley de Cristo y ésta NO incluye al diezmo.
Según esta ley podemos dar de acuerdo a lo que dicte nuestro corazón.