Tengo miedo

Hace unos días me enteré que el hijo de mi amiga Mairim tuvo su primer día en la escuela. Según me relató su esposo, las lágrimas de mi amiga y el niño se hicieron notar en el preciso instante en que los separaron

Esta escena es común en las familias, incluso me recuerdo a mí misma cuando lloraba al ver que mi mamá se alejaba, pero rápidamente me consolaba viendo a los otros niños que me invitaban a jugar.

Ese fue un paso importante en mi vida, aunque parezca tonto, para mí era algo muy importante y complicado. Era dar un paso, era comenzar a ser grande. Luego, año tras año, cuando tenía que pasar a un grado superior, le comentaba a mi mamá de mi angustia y ella me recordaba...

_¿Recuerdas cuando iniciaste el colegio? Esto es igual, todo estará bien.

En ese momento todos mis miedos se alejaban y me preparaba para la aventura. En mi vida de adulto también siento miedo al comenzar un proyecto, cuando viajo o hago algo desconocido y, aunque les de risa, mi mamá sigue recordándome mi primer día en la escuela y es de eso que les quiero hablar en este post.

¿Recuerdan a Galileo Galilei, el físico y astrónomo italiano de cuatro siglos atrás que inventó el primer telescopio?

Él pudo demostrar que nuestro planeta gira alrededor del sol por medio del uso de su telescopio. Cada persona que veía a través de él podía comprobar lo mismo, y por esta razón se les decía que estaban endemoniados y que ese telescopio era el instrumento del diablo.

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¿Piensa usted que después que las personas vieron a través del telescopio fueron las mismas? ¡Yo creo que no!

Por más sanciones y castigos que les impusieran, estás personas ya habían experimentado la realidad de los hechos y esto les cambió su perspectiva total de ellos y del universo.

Ahora, volviendo al tema anterior sobre lo nuevo y desconocido, ¿cree usted que seremos los mismos después de haber dado el paso? Una vez que hemos probado y experimentado lo nuevo, nos encontramos con conocimiento de otras opciones y esto nos da un poder de decisión más acertado, para escoger lo que más nos conviene o lo que más nos gusta.

Aún cuando no soy una persona muy experimentada de la vida, me doy cuenta que existen todos los días un abanico de opciones y está en nuestro poder querer dar ese paso al cambio, a la aventura, a lo nuevo, a vivir y a ser felices.

Todo esto aplicable a nuestros queridos hermanos venezolanos que, por diversas circunstancias, tienen que abandonar el país, o a las personas que son infelices con sus parejas y deben dar un cambio, a las que quieren dejar su trabajo actual y no se deciden. En fin, a muchas aventuras que están por ocurrir y que esperan por nosotros. Cuándo sientan ese miedo solo piensen...

_¿Recuerdas cuando iniciaste el colegio? Esto es igual, todo estará bien.

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Gracias por leerme, nos vemos en un próximo post.

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