Cómo salir adelante cuando estás al límite y sin fuerzassteemCreated with Sketch.

in #alejandrablan7 years ago

La mayoría de nosotros subestimamos de lo que somos todavía capaces cuando estamos al límite. La fuerza de la mente es x-veces superior a nuestro cuerpo pero pocos logran activarla.

No son tiempos fáciles los que estamos viviendo. Muchas personas están en situaciones difíciles que no les permiten tener una visión optimista del futuro. Aunque incluso estés en una situación extrema con deudas no tienes el derecho de rendirte.

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No hay excusas para rendirse
Personas como Javier Echaleku han mostrado que uno puede volver a levantarse si cae al barro. Paso de montar una empresa que facturaba varios millones de euros al año a perderlo todo y encontrarse con deudas cuando todo se vino abajo. En “Yo me arruiné emprendiendo” cuenta su historia en primera persona en su blog.
Tengo la suerte de no haber estado en una situación tan extrema. Es cierto que cuando creas una empresa siempre estas al límite económicamente. Pocos montan una start-up teniendo fondos financieros con los que puedan compensar unos ingresos inferiores durante meses o años. No son únicamente problemas financieros a los que te afrontas. Corres el riesgo de quemarte porque tu sueño inicial se puede convertir en una pesadilla si te descuidas.
Te puedes superar y lograr cualquier cosa si confías en ello
Da igual si eres emprendedor o trabajas por cuenta ajena. Todos tenemos momentos donde estamos al límite y cuesta mucho tirar para adelante. Desde que corro maratones me considero una persona mentalmente más fuerte. Cuando físicamente ya estas agotado después de 25km, tienes todavía 17km por delante pero aún así consigues terminar la carrera sabes que todo es posible. Es entonces que te das cuenta de lo eres capaz de hacer si no permites rendirte nunca y tu mente acaba siendo más fuerte que tu cuerpo.

  1. No le eches la culpa a nadie: todo depende de ti. No le eches la culpa a nadie. Si realmente quieres que las cosas cambien deja de quejarte sobre terceros que no hayan hecho bien su trabajo. Otros han estado en situaciones parecidas que tú y si lo han logrado. ¿Tal vez las cosas hubieran sido más fáciles si España no estuviera en la situación de crisis que esta? Puede. ¿Y si juegas a la lotería puede que te toque? Puede. Deja de perder tu energía en justificar tu fracaso e inviértela en tu futuro éxito.
  2. Visualiza el éxito: imagínate la sensación que vas a tener cuando logres a salir de tu situación o puedas lograr el objetivo que te has propuesto. Tienes que tener claro lo que quieres conseguir y visualizar que ya lo has conseguido. Lo que la mayoría de las personas hace es dar un paso delante del otro pero sin ser capaz de mirar más allá del tercer paso. Si no tienes ni idea de lo genial que será el lugar al que vas a llegar no tiene sentido esforzarse. En tu cabeza tienes que tener una imagen por la que vale la pena luchar y no rendirse. Quítate ese cartel delante de la cara cuando andas para que veas lo que te espera al final del camino y darte cuenta que realmente merece la pena todo ese esfuerzo.
  3. Divide el camino largo en pequeñas etapas: cuando tu reto es muy grande o tu problema es muy gordo divídelo en muchas partes pequeñas. Para Javier Echaleku esto significo ir pagando uno a uno las personas a las que debía dinero. Con cada sobre de dinero que entregaba había superado una etapa y avanzado un paso. Los estudios en la universidad no se finalizan con un examen. Se dividen en muchas partes pequeñas porque si únicamente ves la montaña de libros y páginas que vas a leer pierdes la fe que algún día acabarás con un diploma.
  4. Pensar en tu familia y amigos: cuando me quedo sin fuerzas en mis carreras de maratón y no tengo a nadie que me acompañe durante la carrera me imagino que en cada kilometro me voy a encontrar con alguien cercano. En el kilometro 32 voy a ver un amigo de la infancia que hace tiempo que no he visto. En el kilometro 33 me esperan mis hermanos. Uno después ya están mis padres esperando para animarme. Así sigo hasta el final y en cada kilometro me encuentro con otra persona querida. No están realmente ahí pero mi imaginación me permite crear una sensación cómo si realmente lo estuvieran. No quiero decepcionarlos y por lo tanto saco la energía para avanzar acercándome a la meta de donde antes parecía que no había fuerzas para dar un solo paso más. Así sigo hasta la meta donde ya me esperan mi mujer y mi peque. Cuando quieras superarte no pienses únicamente en ti. Imagínate lo orgulloso que estarán todos de ti cuando finalmente hayas logrado tu objetivo. Merece la pena ver que ellos estén felices por ti.
    Déjate inspirar por las historias de los “finisher” para darte cuenta que realmente todo lo que te propones en la vida es posible.
    ¿Cuáles son tus consejos para superarte?

finisher: reto , meta , desafío.