Microsoft y Ford colaboraron creando una tecnología inspirada en computación cuántica, con la que diseñaron un algoritmo capaz de mejorar muchísimo el tráfico de una ciudad simulada.

Ford en realidad no uso un ordenador cuántico, sólo un ordenador normal que ejecutó un algoritmo de ordenador cuántico, reutilizado para usarse en hardware clásico, lo que hicieron fue crear una simulación con 5.000 coches funcionando, cada automóvil calculaba su mejor ruta por si mismo, teniendo en cuenta la posición y conociendo las rutas establecidas de todos los otros coches.

El resultado fue increíble redujo el tráfico un 73% y el tiempo de viaje global en un 8%, una demostración increíble del poder que presenta esta tecnología, imagínate de lo que será capaz cuando cuente con una interfaz verdaderamente cuántica, su aplicación, sin embargo, será complicada tanto como moralmente, pues todos los conductores tendrían que revelar su posición y destino en directo, pero las ventajas son muy suculentas.