FOTOGRAFÍA Y ARTE EN BLANCO Y NEGRO / Amarillo diluido

  La fotografía es un arte que nos enseña a apreciar los pequeños detalles que hay en ella, porque a través de esas aristas que a veces pasan desapercibidas, nos muestra la belleza que caracteriza al elemento que hemos retratado y, aprovechando esa novedad, hoy me uno a esta dinámica que promueve el arte en blanco y negro. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Durante el transcurso de esta semana tuve la oportunidad de ver el florecimiento de un árbol araguaney que hay en uno de los lugares donde entreno y, les confieso que esto fue un gran descubrimiento para mí, porque no sabía que ese árbol que siempre veía seco, era este majestuoso símbolo icónico en mi país, Venezuela.

  Considero importante resaltar que, el árbol araguaney se caracteriza por la flor amarilla que destila, ya que su tonalidad tiene una proyección muy intensa y, entre los diversos significados que tiene, se dice que el color simboliza las riquezas naturales que tenemos en nuestro país.

  La fuerza tan intensa que proyecta este árbol cuando está 100% florido, es sorprendente acotando que, a medida que avanzan las horas, comienza a destilar la flor generando una sensación nevada y, ver ese espectáculo es fascinante, porque en ese momento pensamos en lo imponente que es nuestra madre naturaleza cuando está en toda su dimensión.

  Ahora bien, si bien es cierto que me impresionó ver este árbol florido y brillante, debo reconocer que mi sorpresa se fue a otro nivel cuando vi cómo el efecto en blanco y negro prácticamente diluyó el brillo del tono amarillo; cambio que estimuló en mí una tristeza momentánea, ya que sentí que la belleza del araguaney se había apagado.

  El cambio visual que generó este efecto me impulsó a ver la belleza del araguaney desde otro ángulo y, gracias a esa perspectiva que me transmitió comprendí que, es necesario valorar la belleza aun cuando esta no tenga brillos muy acentuados, porque al final de todo, lo importante es la esencia al igual que actitud y, esos ingredientes nuestro árbol nacional los tiene en grandes proporciones.

  Sin duda, la tonalidad amarilla del araguaney tiene la facultad de enseñarnos e incluso, invitarnos a reflexionar en que, con o sin color, es hermoso y, así como disfrutamos su brillo, también debemos apreciar su fase de declive, porque esta indica que ya aportó los beneficios al ecosistema que le correspondía con el nuevo florecimiento.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{La imagen presentada en esta publicación, es de mi autoría, fue tomada con mi teléfono celular Tecno Spark 30c y tiene exclusividad para esta publicación. El filtro lo utilicé de mi dispositivo móvil}