Una imagen, una historia

  Cuando conectamos con una imagen, nuestra imaginación aflorar hasta el punto de inscriparnos a crear la historia más mágica que nos podamos imaginar. Partiendo de esto, la dinámica de nuestra amiga @franyeligonzalez es una excelente oportunidad para lograr esa conexión por ello, me complace acudir a su llamado de participación. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Los primeros años de vida de Tania han transcurrido en medio de los reflectores, porque es hija de los mejores actores de la industria cinematográfica. La vena artística corre por sus venas y, ella ha tomado la decisión de dedicarse a la actuación como sus padres; ellos, orgullosos del paso que dará, deciden apoyarla.

  A sus 13 años de edad, Tania ha debitado como actriz de cine. La fama le llegó rápidamente y, aunque muchos pensaron que iba a protagonizar una película por ser la hija de los mejores actores del mundo, Tania los sorprendió al demostrar que obtuvo ese rol protagónico, porque tiene talento y, desde ese momento, todos los años figuraba en dos películas cinematográficas.

  Entre éxitos, viajes, lujos, riquezas, alfombras rojas y un amplio reconocimiento en todo el mundo, avanzó la vida de Tania. Para sus fans, es un gran ejemplo a seguir y, soñar con ser como ella, es lo que proyectan cuando expresan sus sentimientos, ya que a juicio de ellos, ella tiene un estilo de vida de ensueño y, es perfecta.

Tengo tanto, pero al mismo tiempo siento que me falta todo

  Son las palabras de Tania al conversar con su psicólogo y, durante esta tertulia, una abrumadora tristeza apaga el brillo de su mirada. Ante esas declaraciones, él le recomendó tomarse un descanso de su profesión y, se dedicara a viajar durante un año; de que esa manera, ella iba a poder conectarse con su verdadera esencia y conocer el mundo lejos de los reflectores.

  El retiro momentáneo de Tania, encabezaba los tabloides a nivel mundial y, mientras la industria cinematográfica hacía lo posible por evitar que se alejara del set, ella no dudó en emprender un viaje para el país más pequeño y desconocido del mundo. Su único objetivo en ese momento era ser su prioridad.

  Alejada del mundo que siempre formó parte de su cotidianidad, Tania conectó con la paz y fortaleza que le aportaba un estilo de vida tranquilo. Conoció personas que le enseñaron a valorar el silencio, la sencillez y, compañías que se acercaban a ella para preguntarle cómo estaba, además de que la motivaban a ser su mejor versión.

  El cambio que Tania le dio a su vida, la llevó a convivir con diversas aves que llegaban a la pradera de su amiga Nicole, quien le enseñó a descifrar los códigos que estos plumíferos emiten para manifestar lo feliz que se siente por disfrutar su vida en total libertad y, siendo ellos sin estar pensando en figurar en una sociedad que solo vive de apariencia.

  Gracias al nuevo estilo de vida que Tania tiene, el brillo de sus ojos son el sol de los pajaritos que se acercan a ella para comer de su mano el maíz que les comparte con mucho amor. Han transcurrido casi tres años de su cambio y, el psicólogo decidió ir a visitarla; al ver sus cambios positivo, la felicitó por los avances positivos que ha logrado tener.

  La vida lejos de los reflectores fue tan fascinante para Tania que, no volvió al mundo cinematográfico. Su día a día ahora transcurre en un ambiente y personas sencillas; novedades que dejan en evidencia la felicidad que está disfrutando. Por lo tanto, tomó la decisión de dedicarse al cuidado de las aves en compañía de su mejor amiga, Nicole.

¡Gracias por todo!

  Le manifestaba Tania todas las tardes a Nicole cuando se sentaban en la pradera a disfrutar de un delicioso cafecito de olla, mientras veían el ocaso y la llegada de los pajaritos. Para muchos, ella desperdició su futuro prometedor, pero a juicio de ella, ganó lo más valioso de su vida, siendo esto la felicidad y paz en todo su esplendor.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!