El dilema de la arepa

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¡Hola queridos amigos!
Soy nuevo acá y me abalanzo en esta experiencia aprovechando que el día de hoy, he visto, es martes de cocina para la comunidad Steem Venezuela, grandiosa iniciativa de nuestros expertos compatriotas que nos brinda la oportunidad de compartir contenidos en esa gran comunidad que ya se va haciendo cada vez más imaginaria y compartida, por decirlo en términos de Rama.
Entonces venía pensando en apuntar algunas cosas que ciertamente son polémicas de nuestra gastronomía. Todos lo que compartimos de alguna manera, esta tierra de gracia tenemos por sabido quién hace la mejor hallaca: mi mamá. Tenemos cómo valor irrenunciable y punto de honor poner o no azúcar en las caraotas (fríjoles negros, porotos para los que se perdieron con la variedad de la lengua). Y así como esto, la mayonesa en las lentejas, el pan canilla con empanada y seguramente, si hasta aquí ha leído, dará por sentado lo que nadie discute en nuestro país: ¡Los espaguetes llevan mayonesa! Eso es así.
Pues bien, estas polémicas centenarias seguramente ya existían cuando los caribes andaban con sus guayucos haciendo visitas a otras tribus, seguramente muchas flechas cruzaron el pecho de nuestros antepasados vernáculos por causa de alguna polémica gatronómica. Así mismo, con la ocupación europea, muchas espadas atravesarían los cuerpos entre nuestros abuelos invasores para librar la discusión sobre la guasacaca y el mojito o si la ensalada de gallina no se hace con gallina sino con pollo.
Es oportuno, fijar la atención en una disputa que se desata constantemente en el seno del hogar. En estos días de confinamiento, 7+7, cuarentena radical makalacachimba y "que si no voy al trabajo porque sale mejor hacer cualquier cosa que ser empleado público y a mí si quieren que me boten que me harán un favor". Nos toca hacer y compartir labores cotidianas y como andamos de a toque... Por cualquier suena la campana y activa en el playlist el intro de 'eye of tyger'. Siendo hasta, tan temprano como el momento de preparar nuestro plato identitario por excelencia: la arepa.
Nuestras dichosas tortas aplanadas o discos de maíz que se cuecen al calor del budare o en el caso de las fritas del aceite caliente. Son susceptibles a polémicas durante el proceso de mezcla de ingredientes. Parece mentira que un alimento que parece debemos saber elaborar por información genética, lleve a discutir qué verter primero, si el agua o la harina de maíz precocida y es que hasta a duelo puede llegar el asunto. ¿No me cree? Pregunte en su casa. ¡Yo pongo primero la harina!