Mi objeto especial

Este es mi reloj de pared. Lo heredé de mi padre, él lo quería tanto que cada vez que quería que le diéramos cuerda nos enseñaba como hacerlo. No importa cuantas veces ya lo hubiese explicado, él nunca lo recordaba.

-Me decía… “Abre la puerta del reloj, toma de la parte de abajo una llave pequeña, la colocas en el agujero de arriba donde están las manecillas y entonces le das 10 vueltas, solo 10 vueltas, ¿ has entendido?”

Mi padre va a cumplir 13 años de fallecido. Yo quedé viviendo en la casa materna con todo lo que mis padres allí tenían, así que el reloj también paso a ser parte de mi vida.

Al parecer el reloj se atascaba cuando le dabas más de 10 vueltas. Lo comprobé, una vez que mi padre ya había fallecido. Le di más de 10 vueltas a la cuerda, creo que fueron unas quince en total, y se trabó. Lo dejé así y el solito se destrabó con el tiempo. Yo tomé el reloj y lo pasé para la parte de atrás de mi casa. Su tic tac no era de mi agrado. En esa parte de mi casa no se dejaba escuchar el sonido del reloj. Claro, tampoco yo notaba cuando se le acababan las diez vueltas que yo le daba para que continuara con su... tic toc.

El reloj estaba en una pared como a dos metros del suelo. Debajo de él estaba un mueble de plástico que fue de mi hijo y también estaba fuera de uso. Un buen día el reloj olvidado en la parte de atrás de mi casa ha hecho un ruido durante la noche. Un golpe fuerte y seco. Como entenderán yo lo escuche pero no sabía en ese momento qué ocasionó el ruido, y tampoco me levante de la cama, ni salí del cuarto, para averiguarlo.

No es que estuviese asustada por el ruido, no, de ninguna manera… pero sí. Me asuste tanto que no Sali en la noche para nada de mi cuarto.

Al día siguiente cuando me levante de mi cama fui directamente a la parte de atrás de mi casa para ver que había ocurrido con ese golpe que se escucho. Pude ver que el reloj se había desprendido de la pared y había quedado acostado sobre el mueble de plástico de mi hijo. No cayó al piso. Si se hubiese resbalado al piso desde la altura en que se encontraba seguro que el reloj no estuviese hoy día colgado en la pared de mi sala.

Si, lo rescaté del mueble de plástico. Le pedí disculpas a cualquier evento que lo hubiese tirado desde la pared hasta el mueble. Le di cuerdas, solo diez veces y lo coloqué en mi pared. O sea en la pared más cercana a la habitación que mi padre ocupaba antes de fallecer. Desde entonces es mi objeto especial más preciado de la casa. Nunca más se ha vuelto a caer.

Esta es mi participación en el concurso de la comunidad @steemvenezuela auspiciado por la amiga @lirvic.

Invito a participar a las amigas, @haidee, @paholags y @zorajaime.

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