Todas no Nacimos para Ser MADRES (La historia de Alfonzo)
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Desde que Alfonzo nació su madre Cecilia siempre sintió un profundo rechazo por él. Aquel rechazo que maquillaba con amor, y solo se revelaba cuando estaba a solas con él. En su mente ella siempre pensó que era una buena madre, aunque odiaba cambiar su pañal, odiaba hacer su tetero y en ningún momento le dio lactancia materna ni le brindo su calor de madre, no le gustaba tener que pasar noches sin dormir calmando su llanto con un desinterés evidente.
Cecilia era conocida en su vecindario como una mujer que asistía a diario a la iglesia y estaba considerada como una mujer y madre ejemplar ante los ojos de todo aquel que no estuviese dentro de sus cuatro paredes. Alfonzo parecía ser un niño muy retraído y callado, hablaba como si fuese un adulto. En su hablar no se escuchaba esa melodiosa voz infantil de alegría, y solo miraba a los otros niños como si el no fuese un niño también.
La vida de Alfonzo en sus primeros años fue estar al cuidado de personas extrañas que no estaban al pendiente de él. Mientras su madre asistía por horas a la iglesia, incluso en muchas ocasiones se iba fines de semana enteros a consagraciones de la iglesia en otros lugares sin llevarse a su hijo con ella. Pues ella decía que tenía que servirle al señor.
Cuando Alfonzo empezó el colegio era un niño muy retrasado en comparación a los demás niños que aprendieron a leer rápidamente a escribir y a expresarse adecuadamente. Su madre no dedicaba ninguna parte de su tiempo en enseñarle conocimientos ni valores para ser una persona capaz de tener sus propios sueños y motivarlo a alcanzarlos.
Alfonzo llegaba a tener hasta 15 días sin ver a su madre cuando esta lo dejaba con su padre, un hombre que trabajaba todo el día y tampoco estaba muy pendiente de él por más que quisiera. La mirada de Alfonzo se perdía observando como las otras madres que no eran la suya amaban a sus hijos como el más hermoso regalo que la vida les ha dado. Alfonzo se preguntaba si él era el problema. Si él era el culpable del desprecio de su madre, que él de alguna manera canalizaba, aunque ella no se lo dijera directamente.
Muchas veces incomprendido lloraba sin poder decir con palabras lo que sentía. Era un vacío que un niño a su edad de 6 años no sabe explicar. Mientras Alfonzo se encontraba con su padre su madre no le hacia ninguna llamada por muchos días, pero luego en cualquier día repentino podía llamar desesperada diciendo que extraña mucho a su hijo, para que su padre se lo llevase cuanto antes. Luego a los 3 días volvía a llamar para que su padre se lo volviese a llevar porque ella tendría que viajar por cuestiones de la iglesia. Volvía Alfonzo muy callado, como si en ningún momento su madre le demostró amor ni que en realidad lo extrañaba.
Sentir que no pertenecía a ningún lugar lo hacía tener una autoestima muy baja.No se apegaba a ninguna persona por más cariño que se le quisiera dar, como si el solo quisiera ser amado por su madre, algo imposible de lograr. En su mente rondaba la pregunta ¿si mi propia madre no me da amor quien me lo puede dar? No sé qué se siente ser amado y ser la prioridad de alguien.
Hay muchas Cecilias en el mundo, Cecilias que en su vejez se preguntarán qué hicieron mal para que sus hijos no las cuiden, para que sus hijos las metan en ancianatos. Mujeres que no nacieron para ser madres, que se niegan a criar a sus hijos, pero tampoco permiten que nadie les quite su custodia. Solo por una simple imagen que deben cuidar. Muchas veces esas personas que pensamos que son un pan de dios resultan ser todo lo contrario.
Esta historia es real, por algún tiempo incluso años traté de abrir el corazón de Alfonzo, a ver si podía encontrar algún sentimiento en él, pero está totalmente vacío. Le di muchos regalos a ver si de alguna manera cedía a expresarse, pero no actúa como un niño normal. Cuando se acerca es porque tiene algún interés de por medio y luego cuando obtiene lo que quiere simplemente se va.
A veces me da miedo su manera de ser y pienso qué tipo de persona podría llegar a ser Alfonzo en unos años. Perdí mi tiempo en tratar de hacer entrar en razón a su madre. Parece que ella vive en un mundo que se creó ella misma, donde es la madre perfecta. Dice que ella SIEMPRE esta con su hijo y cuida de él. Cuando personas cercanas, incluyéndome, sabemos que solo esta con él 8 días al mes y lo deja con su padrastro o con cualquier persona menos ella misma.
Solo en su cabeza cabe irse de Venezuela y querer dejar a su hijo con su padrastro, en vez de dejarlo con su padre o cualquier persona de su familia de sangre. En mi caso yo haría lo imposible por llevarme a mi hijo conmigo. No sé si la del problema sea yo y sea una madre muy sobreprotectora, que cuando tiene todo el día sin ver a su hijo anda impaciente y cuando lo veo de nuevo siento tanto amor como la primera vez que lo vi. No sé si sea yo la que está mal, acepto comentarios, consejos y demás.
Vaya que historia, realmente tienes razòn, madre no es solamente llevar a un bebe en tu vientre 9 meses y dar a luz, esto implica muchas cosas màs. Verdaderamente te deseo mucho èxito y miles de Bendiciones.
Los padres son lo que tallan el futuro de sus hijos. Por más que estemos ocupados siempre hay que tener tiempo para ellos. Saludos!
Así es, despues q hacen la gracia no se quieren hacer responsables. Que te puedo decir. Jejeje Aprovecho la oportunidad para invitarte a pasar por mi blog, estaria muy agradecido. Saludos!
Es la triste realidad algunas mujeres no nacimos para ser madres, y eso de irse del pais y dejar a su hijo debe ser lamentable para Alfonzo, al practicamente ser abandonado por su propia madre. Saludos
Dicen que el amor de madre es el único amor puro, pero parece que hay excepciones .
Pensar que en el mundo hay tantas Cecilias, da miedo el futuro de los niños que tienen una madre así. Saludos.
Bueno muchos asesinos seriales y criminales tienen antecedentes de maltrato de sus padres y no tiene que ser exactamente físico para que cause efecto en ellos. Muchas gracias por leer.