DESAPARECIDA V [relato corto]
DESAPARECIDA
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Salvaré a Ana, ya lo he decidido. Mantendré a Taena al margen de todo, por su propio bien, y me enfocaré en sacar a Ana de ese jodido infierno en el que se encuentra antes de que se transforme en otra Daisy... En otra Janet.
Y, además, le enseñaré a ese detective de mierda quién es el verdadero fraude.
V
Estos últimos días he estado tratando de contactar a Ana por mis propios medios. Sin embargo, el vínculo aún no es lo suficientemente fuerte. Necesito ayuda.
Conduzco hasta la mansión de los Montoya con un pesado nudo en el estómago como única compañía. Una sensación que no me ha abandonado desde que desperté esta mañana y supe que no tenía otra opción.
La señora Montoya me recibe con una expresión tan esperanzada como aterrada, y de inmediato le lanzo el motivo de mi visita.
―Me gustaría llevarme al animal otra vez.
La mujer me mira sin comprender, luego suelta una exclamación.
―¡Ah! ¡A Frodo! ¿Quieres llevarte a Frodo?
―Sí ―respondo con los dientes muy apretados, esperando que la mueca de desagrado que surca mi rostro no sea demasiado visible.
―Por supuesto, por supuesto...
Mientras aguardamos al perro y a su correspondiente e inútil equipaje, la señora Montoya me guía hacia una elegante sala de estar. Me invita a sentarme y, tras una incómoda pausa, comienza a hablarme sobre los objetos que adornan el lugar.
―Ese trofeo lo ganó Ana en un torneo de ballet cuando tenía seis ―comenta señalándome un zapatito de cristal que ocupa el centro de un mueble antiguo―. Yo quería que fuera una bailarina profesional, pero ella tenía otros planes. ―Sonríe con tristeza, luego baja la mirada hacia sus manos, donde conserva enrollada una delgada cadena de oro―. A los once se negó a seguir entrenando y se pasó al jiu-jitsu.
―¿Los demás trofeos también son de Ana? ―pregunto, refiriéndome a la pequeña colección de bailarinas doradas y plateadas que rodean al zapatito.
―No ―responde irguiéndose―. Son míos.
―Ah... ―La observo detenidamente. Siempre me he sentido incómoda en compañía de otras personas, pero esta mujer en particular me provoca ansiedad.
Quizá se deba a su perpetua sonrisa falsa, o a su manera tan escandalosa de hablar, o a que es asquerosamente adinerada, o a que no ha parado de manosear esa cadena de oro desde que llegué... O quizá...
―¿Esa cadena... es de Ana? ―pregunto.
La mujer observa la cadena por un momento, como si recién reparara en su presencia. Dirige la mirada hacia mí, y la aparta con brusquedad.
―¿Puedo verla? ―Por primera vez desde que tomé el caso trato de sonar verdaderamente afligida. Mi rostro adopta una expresión afectada, mientras que mi mano busca acercarse a la cadena.
La señora Montoya observa mi mano extendida como si de una serpiente venenosa se tratara. Desenrolla la cadena de sus dedos y la oculta entre sus puños.
―No... no me gusta separarme de ella. ―Su sonrisa falsa se ha vuelto tan quebradiza que casi puedo escucharla romperse.
El timbre suena. La mujer se incorpora rápidamente y se dirige hacia la puerta aunque tiene a unos cuantos criados que pueden encargarse de ello. Aprovecho la oportunidad y comienzo a recorrer la sala. Minutos después, regresa acompañada de un hombre alto y atractivo.
―Señorita Keenan ―saluda este con una sonrisa petulante que muero por borrar de su rostro.
―Detective Evans ―respondo mientras busco estrechar su mano, como si fuera un simple gesto casual.
El hombre toma mi mano sin dudar, sus ojos fijos en los míos, y una suave vibración recorre mi cuerpo hasta asentarse en mi entrepierna, insuflándole vida a un miembro largo e invisible que pende de mi bajo vientre. Retiro la mano con brusquedad y me alejo del detective con tanta rapidez que caigo sentada sobre el sofá. Al instante vuelvo a ponerme de pie, sintiendo el vergonzoso arrebol que cubre mi rostro.
―T-tengo que retirarme ―le informo a la señora Montoya, y sin esperar respuesta me dirijo hacia la salida, evitando a toda costa la mirada del detective. Alcanzo el umbral de la sala y me paro en seco. Me obligo a regresar―. Frodo... El animal. ¿Dónde...?
―Oh... ―La mujer observa a su alrededor y señala―. Allí viene.
Tomo a la pequeña bestia en brazos y me alejo a toda prisa.
Una vez en el auto, los frenéticos latidos de mi corazón comienzan a normalizarse. Respiro hondo para aclarar mi mente.
«Maldita imbécil, qué demonios esperabas. ¿Acaso pensabas que con solo tomar su mano todos los secretos del caso te serían revelados? ¡Es un hombre, joder!»
Dejo caer la cabeza sobre el respaldo del asiento, pero entonces me incorporo e introduzco la mano en el bolsillo de la chaqueta. Extraigo una diminuta bailarina dorada, mi portal.
―Ellos no me dirán nada... pero estoy segura de que tú sí.
Continuará...
Fotografía de Velizar Ivanov en Unsplash
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hasta que al fin!...pero todavía no me siento a leerla, ya vengo con mi café!
xD
Gracias por mantenerte atenta. En serio lo aprecio <3
Estoy fascinado con la personalidad de Ali, no sabes cuanto. Me gusta cómo se va desarrollando la historia, Ele. Espero con ansias la próxima parte.
No me ha caído nada mal la dosis ja, ja, ja... No, en serio,estoy disfrutando del relato. :D
Eso me alegra mucho, Psi. Pero la verdad es que siento que voy muy lento con él. Espero que el desenlace no sea decepcionante.
Es un hecho que la inmediatez reina en Steemit. Eso nos hace crear obras cortas para que los lectores de este ecosistema financiero no se aburran y puedan sentirse satisfechos después de haber visitado una publicación, o máximo tres que traten sobre el mismo tema. Esa es la realidad.
Pero ¿sabes? La realidad apesta, literalmente lo hace. Quizás estoy errado, pero no concuerdo con que deba ser cercenada una historia para darle el gusto a quienes no saben apreciar el desarrollo de una buena trama.
¿Sabes qué haría si el desenlace no fuera lo que estoy esperando? Nada, porque no espero nada, y en todo caso, lo aceptaría y ya. No por eso renegaré de esto, de lo mucho que disfruto en cada parte que publicas. Lento o no, es tu perspectiva, Ele, eso lo entiendo; pero debes saber que desde acá me deleito enterándome de los nuevos acontecimientos, de las ocurrencias de Ali, del buen escenario que se va armando.
Un final no tiene por qué ser algo impactante para que este sea bueno; siempre y cuando sea realista y congruente con lo que has venido narrando, será grato leerlo, por lo menos para mí sí. No será decepcionante, no mientras seas vos quien termine la historia. Haces un gran trabajo, no dudes nunca de ello.
Recuerdo que un día estaba corta que corta un relato para poder participar en el concurso de Fuerza Hispana y debido a un comentario que me hiciste en el chat decidí dejar de hacerlo y escribir uno nuevo xD Tienes toda la razón, lo importante es que tenga sentido y que me mantenga fiel a mí misma <3
Estoy totalmente de acuerdo con @psi1826, esta historia es excelente así como la llevas, no es necesario que la apresures siempre que la calidad de la narración siga siendo tan exquisitamente entretenida como hasta ahora la has desarrollado, simplemente sigue siendo tú en todo lo que escribes y de ese modo tus escritos continuaran siendo geniales. Saludos.