Asier un fantasma

Un mes después.

Ya ha pasado un mes desde la muerte de Asier, y Alba aún continua triste. Sin embargo, el fantasma de Asier intenta alegrar su vida con pequeños detalles, y ella se la pasa de la risa al llanto. Incluso Asier hace algunas cosa por ella.

Alba cree que se está volviendo loca, pero no le cuenta nada a nadie, cada mañana encuentra flores a su al rededor, a veces ricas meriendas, o algunos objetos movidos de lugar, lleva bastante tiempo sin ir a trabajar; solo de vez en cuando va a donde los tíos, a ayudar un poco.

Adicional, desde hace dos semanas atrás, encuentra en su vestier ropa para trabajar a la vista; y en la mesa los papeles del trabajo, junto con flores, no sabe como se mueven esos papeles, siempre los devuelve a su lugar. Así que, se ha decidido ir a trabajar, ya volvió a sembrar todos los bonsáis y adorno su casa de nuevo.

Se alista se monta es su auto y se va al trabajo, en su auto hay una linda flor y una nota con un te amo. Alba sonríe.

Al llegar a la oficina, está trabajando, todo va fluyendo y como si fuera magia, absolutamente todo le sale bien, así transcurren tres meses, detalles y más detalles. Alba, sueña todas las noches con Asier, ella prefiere estar dormida que despierta. Pero Asier siempre la despierta con besos, que ella realmente siente. Y aún después de su muerte por alguna razón se siente más enamorada de él, pero igual no se atreve a hablar de eso con alguien más.

Nueve meses después.

Ya van nueve meses desde que Asier partió, ella la verdad no tiene ojos para nadie más, aún sigue con su anillo de compromiso.

—Wow, me encanta poder hacer una noche de chicas después de mucho tiempo— dice Anabel, no tenían una desde antes de la muerte de Asier, su primo

Rita, Carolina y Alba, asienten entusiasmadas. Las cuatro chicas juegan, se maquillan comen y hablan hasta que empiezan a hablar de chicos

Alba dice —Asier me tiene súper enamorada, cada mañana despierto con sus besos y hay detalles por todas partes de él— dice Alba con un poco de miedo a ser considerada loca.

Imágen editada. Fuente

—Alba, mi primo no va a volver, no importa si es horita o después vas a guardar a mi primo como un bonito recuerdo, y tendrás que rehacer tu vida, sabes que tiene mi apoyo y siempre seremos familia— dice Anabel con una voz suave y pausa para no herir a Alba.

—Es cierto amiga, entiendo que Asier y tú eran lo máximo, pero te debes dar una oportunidad— dice Rita.

Carolina siempre ha sido más seria sin embargo trata de decir lo más suave y comprensivamente —Alba amor, comprendo que el proceso de duelo es diferente para cada quien y que puede durar hasta un año, tienes nuestro apoyo así que me tomaré el abuso de planificar más salidas y una consulta psicológica que te ayude a superar la muerte de Asier—

Alba suspira, comprende lo que sus amigas dicen.

—En realidad, si sé que Asier no está, y no va a volver, pero si quiero que sepan que no me estoy auto ilusionando, es verdad que sueño con él todas las noches, despierto sintiendo sus besos y aúnque les suene descabellado si encuentro detalles, como regalos, y buee..no he pensado que es él— dice Alba con miedo.

Las tres chicas se ven, Carolina se la queda viendo fijamente —Alba, yo sé que tú eres bastante cuerda, y que no estás inventando nada de lo que dices ¿podrías explicarme eso de los detalles?—

—¿Hablas que recibes flores, chocolates, y cosas así todos los días? O ¿Es simplemente que ves cosas que te recuerdan a mi primo?— pregunta Anabel con curiosidad.

—Si, recibo chocolates, dulces, frutas, flores, mi colección de muñecas continúa creciendo una por mes, notas escritas con la letra de... Asier, no se que me pasa— Alba empieza a llorar —de verdad no estoy loca, no lo estoy imaginando— dice Alba, al ver la cara atónita de sus amigas continúo diciendo —¿O tal vez sí?, ¿Que tal si todo es producto de mi imaginación, o que está pasando en mi vida? Si necesito ayuda— finaliza diciendo Alba.

Rita y Anabel que son más cariñosas, van y la abrazan mientras que Carolina, le agarra las manos con sus dos manos y le dice —Amiga aquí nos tienes, sabremos exactamente que es lo que está sucediendo— luego la abraza también.

El fantasma de Asier escucha.

Carolina está con Rita en la cocina.

—Alba solo trabaja y estudia, ahora es que ha aceptado una noche de chicas con nosotras, creo que necesita distraerse, debemos hacer que salga más— dice Rita

—Es verdad, pero me preocupa eso que nos acaba de confesar, ella piensa que Asier o algo parecido está en su vida— dice Carolina.

—Crees que se esté volviendo loca— Pregunta Rita

—No, no creo, o no lo sé, como va a inventar o imaginar cosas tangibles, pero no está todo claro— dice Carolina

—Y si es un fastasma— dice Rita.

Carolina la ve seriamente y con cara de reproche y responde irónicamente —Claro, supongo que sí, Asier murió y ha decidido quedarse como fantasma para hacer llorar a Alba y hacer que no reconstruya su vida con otra persona—

Rita se sintió algo apenada, pero ella si creía en los fantasmas —Bueno, o está loca o es un fantasma— dice Rita encogiendo sus hombros.

—O es una persona real que le está jugando alguna broma muy pesada, igual iremos a buscar una cita con el psicólogo y estaré al pendiente de los fulanos regalos— dice Carolina

—Yo tambien estaré al pendiente, pero si es el fantasma de Asier, no creo que sea para arruinar la vida de Alba, es por puro amor— dice Rita

Carolina suspira, agarra la bandeja para irse al cuarto. —Rita, no estamos en una película de hadas, donde los muertos reviven o cosas así, ¿Qué piensas? ¿Qué Asier y Alba se casarán y tendrán pequeños híbridos entre vivos y fantasmas?, no, no es así, mejor dejemos el tema del fantasma y averiguamos de que trata— ambas van al cuarto.

Asier estaba en la cocina, él acompañaba a Alba a todos lados, por ser una noche de chicas se quedó en la cocina alejada de las chicas. Escuchó toda la conversación. Y empezó a hacer memoria, era muy cierto, Alba ya no salía más que trabajo y estudio. Evitaba a sus amigas, prefería hablar con él, apesar de que en realidad ella no lo veía. ¿Qué clase de daño le estaba haciendo al amor de su vida?, era como decía Carolina, no sé casaría con ella, ni tendrían bebés.

Él sabia que no era normal lo que hacía, no debería estar allí haciendo que se enamore más y separándola de la vida normal. Se pregunta a si mismo ¿Para que sigue llenando su vida de detalles y contestando a todo lo que ella pregunta?. Es más desde un tiempo para acá, casi ni ella misma es la que elige la ropa a ponerse, pues es él quién la escoge y ella solo lo acepta. Se sintió egoísta, pero ¿Qué debía hacer para alejarse de ella? No quería, ni sabía hacerlo.

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Varios días después.

Alba va a su casa, en su auto la acompaña el fantasma de Asier, estaba pensando en la última conversación que había tenido con sus amigas. Carolina le había dicho que estaba averiguando de donde venían esas cosas, por lo menos ya sabía que no estaba loca y las cosas no eran producto de su imaginación, solto una risa cuando recordó lo que le dijo Carolina

Te había puesto un detective secreto a ver si tú misma, con una doble personalidad por el trauma, te estabas dando esos detalles.

—No, no estoy loca, ¿Asier está conmigo verdad?— pregunta Alba y Asier mueve la cabeza de un perrito de adorno diciendo que sí, a lo que ambos dice —Te amo, y siempre te amaré— pero sola Asier escucha a Alba, mientras que Alba solo lo supone al ver una tarjeta de corazón de una de las carpetas. Alba suspira.

Para el auto en una esquina, por la luz del semáforo y ve a unos chicos, más o menos de su edad, la chica estaba embarazada, y pedían ayuda ella estaba mojada y agarrando su barriga y bastante inclinada, ella giro y se paró allí mismo.

Agarro el teléfono y llamo a una ambulancia, la chica se empieza a quejar —De verdad no aguanto, va a nacer, va a nacer, ya está saliendo— y empieza a agacharse

—Los llevo, los llevo— Alba abre la puerta de atrás de su auto, ambos suben.

—Amor va a nacer, solo recíbelo— dice aquella joven. Alba maneja rápido y con algo de nervios mientras el chico ayuda a su esposa a recibir al niño, justo cuando llegan al hospital, se escucha el llanto de un bebé que ha venido con muchas ganas de vivir.

Alba está en el área de emergencia. Los paramédicos van a ver que sucede y al ver el suceso llevan la camilla. Alba sonríe y vé al bebé, el padre va con ellos. Alba lleva el auto al estacionamiento del hospital y vuelve a entrar. Ella se siente muy contenta de haber ayudado, llevaba mucho tiempo sin sentir una alegría así. Y Asier se sentía alegre de su alegría.

Por un lado estaba naciendo un bebé y por otro lado estaba entrado un señor mayor muriendo y estaba una señora mayor acompañándolos sonriendo con cierta tristeza.

—Viví momentos maravillosos a su lado, ahora toca dejarlo descansar, no puedo ser tan egoísta de retenerlo aquí conmigo, es más ese viejito sin vergüenza me dijo que aún estoy a tiempo para buscarme otro marido— se echa a reir la señora mientras dice esas palabras a Alba.

Al lado de la viejita estaba el fantasma del señor que acababa de morir acariciando a la viejita, y mirando a Asier —Ella es mi más grande amor y aún está joven para buscarse otro marido y ser feliz, no pudimos tener niños, por eso es mejor que se busque otro marido, y si no se lo busca ella, se lo buscaré yo, pero no quiero que ande por allí solita.— le dice sonriendo.

—En realidad no necesita a otro, usted la puede cuidar, y llenar de detalles, yo lo hago con Alba, incluso hablamos por medio de señales, aunque ella no me vea y menos me escuche, estoy seguro de que si me siente— le dice el fantasma de Asier al fantasma del señor.

—¿Ella es Alba? que niña tan joven, me imagino el amor tan grande que siente el uno por el otro.— responde el fantasma del señor. —¿De verdad ella es feliz, van a cumplir todas los sueños?, respeto tu opinión, pero ya hay cosas que ya no le puedo dar a mí amor— dice el viejito mientras le da un beso.

continuará...

Hasta el próximo capítulo.

Gracias por leer.

Capitulos Anteriores.

Cumpleaños de Alba

Cumpleaños de Alba, parte 2

El Funeral de Asier