Fresca como lechuga
¡Saludos amigas de Ladies Universe!
La tranquilidad es un estado de ánimo que todos debemos trabajar en poseerla, porque a través de ella, tenemos la facultad de gestionar adecuadamente nuestras acciones para así, mantenernos frescos, como resalta nuestra amiga @fannyescobar en su dinámica. En vista de que este tema me encanta, no quiero dejar pasar la oportunidad de participar.
Durante el transcurso del día, solemos estar expuestos a diversas situaciones que condicionan en gran medida nuestro bienestar emocional y, aunque quisiéramos que esas vivencias desagradables no nos acechen, la realidad es que en su totalidad no lo podemos evitar y, más en esta sociedad tan convulsiva que tenemos.
Particularmente, aprendí a mantenerme en calma, porque sé que cuando estamos inmersos en un ambiente caldeado, decimos o hacemos cosas que no colaboran con la solución del problema y, la mejor actitud que se debe asumir en esas circunstancias es ser agentes de solución.
Aunque mi visión principal siempre es querer promover la tranquilidad y solución de problemas por la vía civilizada, admito que en varias ocasiones he tenido que aplicar con más ahínco la respiración consciente, ya que las situaciones de injusticias llegan a un punto máximo donde quiero estallar; sin embargo, opto por controlarme.
Uno de esos momentos lo experimenté hace unas semanas cuando veía que una compañera de trabajo se burlaba de un compañero que, después de regresar de sus vacaciones, lo vimos que tiene una evidente pérdida de peso; si lo comparamos con su apariencia física antes de irse a vacacionar. Lo que no sabía la chica que estaba haciendo bromas pesadas con él es que, fue diagnosticado con colitis ulcerosa, pero aún no lo había hecho público y, está tan avanzado que, en un mes, perdió casi diez kilogramos.
Confieso que desde el primer momento que comenzó a hacer esos comentarios tan pesados, respiré profundamente para canalizar mi tranquilidad y la de él. Sin embargo, al notar que cada vez incrementaba el nivel de su sátira, decidí invitar a mi compañero a cubrir una noticia, para así aliviar el ambiente emocional desde otro lugar.
Durante esa salida, él confesó que por circunstancias así, estaba considerando renunciar para hacer su tratamiento tranquilo, porque está consciente que la gente cuando se trata de temas corporales, suele ser muy cruel y, en vista de que tiene problemas de ansiedad, no se le hará sencillo gestionar el torbellino de críticas que le lloverán.
Esas declaraciones me generaron sentimientos encontrados superiores a los que tuve cuando ella se burlaba de él en la sala de redacción y, estuve a un paso de regresarme para decirle que es una mala persona, pero luego del abrazo que mi compañero me dio; acción que hizo para seguir drenando lo afectado que estaba, recordé que antes de hablar o actuar, debemos estar totalmente calmados. Es por esto que opté por esperar que el clima emocional se calmara en todos, ya que, de alguna manera u otra, los tres estábamos involucrados.
Al siguiente día, esperé a la chica para conversar con ella, pero no llegó, ya que estaba en su día libre y, a pesar de que al principio esto me desconcertó, luego pensé que si Dios había querido que así se dieran las cosas, es porque todavía teníamos que bajar la marea, así que opté por esperar con calma el momento idóneo.
Dos días después, logré ver a la chica y, para buena dicha de ambas, estábamos solas en la redacción; momento que no iba a desaprovechar bajo ningún concepto. De buena manera conversé con ella, haciéndole saber que no podemos estar por la vida burlándonos de alguien, porque eso deja en evidencia lo mala persona que somos y, aunque aleguen que es jugando, esas acciones, más que emocionar, lo que hacen es dañar.
Aunado a ello, le revelé que el chico estaba pasando por una condición de salud y, esto lo hice porque él me autorizó de decirlo. Después de esta conversación que tuvimos, ella se disculpó, aseguró que no se iba a repetir y, los días que siguieron, lo apoyó e incluso, está atenta a su bienestar.
Esta experiencia me ratificó que, las cosas es mejor decirlas cuando estamos frescos, porque en ese estado vamos a lograr resultados tan positivos que, nuestra frescura emocional también nos aportará bienestar y, eso es lo que siempre debemos canalizar.
¡Muchas gracias por leer mi publicación!
Las imágenes personales presentadas en esta publicación, fueron extraídas de mi galería personal
Upvoted! Thank you for supporting witness @jswit.
hola amiga,
La verdad que Dios te puso el momento perfecto para que pudieras hablar con esa persona, que asi se haya disculpado, lo que hizo con tu compañero de trabajo, habla mucho de ella. Las personas no tienen idea de lo difícil que es enfrentar una enfermedad para estar soportando los comentarios de las demás personas.
Te envio un fuerte abrazo amiga. saludos.
¡Holaaa Nora!🤗
Totalmente y, eso es algo que me parece perverso, porque ante situaciones así nos damos cuenta que la empatía cada vez está más fracturada.
Cada uno de nosotros vive situaciones complejas y, burlarnos de alguien por un cambio externo que tuvo, le puede generar más problemas del que ya tiene.
Agradezco mucho tu apoyo... Un fuerte abrazo💚
Tienes razón, hay que calmarse por dentro para no meter las de caminar.
Hay gente que les gusta burlarse del físico o la apariencia ajena, como si ellos son muy bonitos.
No usan el espejo.
Saludos