SLC-S24/W3 - Debate poderoso | Amor y argumentos
Tema 2: ¿Quién debe dar más importancia a la educación de un niño, el padre o la madre, o se le debe dar a ambos la misma importancia?
Escenario
Esa tarde, Rosaura debió salir de viaje porque le habían avisado que su única hermana se encontraba gravemente enferma y no contaba con nadie más para que la cuidara durante esos días. Antes de partir, le comunicó a Camilo, su esposo, todas las instrucciones para que Emiliy, la hija de ambos que solo contaba con siete años de edad, tuviese el desayuno listo a la mañana siguiente y para que llegara al colegio antes de la hora en que comenzaba la clase.
Al día siguiente, Rosaura estuvo todo el tiempo ocupada, atendiendo todo lo concerniente a su hermana, a quien debían practicarle una complicada operación, y en la noche, cuando al fin estuvo desocupada, llamó a Camilo para saber cómo se las había arreglado durante su ausencia. Su esposo le dio a entender que no hubo problemas, sin embargo, cuando habló con Emily, la niña le dijo, sumamente contrariada, que había llegado muy tarde a la escuela y que su padre le dio dinero para que comprara el desayuno porque no le había dado tiempo de prepararlo. Desde hacía bastante rato, además, le había pedido que la ayudara con la tarea, pero se puso a leer unos papeles y se olvidó del asunto. De todas maneras la hice yo solita, mami, porque ya va a ser la hora de dormir, sin embargo tampoco ha venido a revisarla, le dijo la niña con mucho pesar… Pásame a tu papá, hija, que debo hablar con él de inmediato, le respondió Rosaura.
Ante las reacciones encontradas de los padres, ¿es solo la madre la responsable de educar a sus hijos? El padre no tiene ninguna responsabilidad, y si los padres la eluden, ¿qué mentalidad se puede desarrollar hacia esos hijos? |
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La educación de los hijos es una responsabilidad que deben asumir tanto el padre como la madre. No es conveniente, en cuanto al bienestar integral de la familia, que solo la figura materna asuma la conducción de ese proceso tan importante para la evolución del niño y, por ende, de la sociedad. En estos tiempos en que nos encontramos, deberíamos haber superado ya aquellas costumbres que supeditaban a la mujer solo al trabajo que se realiza en casa, mientras que el hombre se erigía en el exclusivo proveedor cuyo mayor esfuerzo se lleva a cabo lejos de la cotidianidad hogareña.
No solo la madre es responsable / F
Hoy en día, muchas madres estudian, se preparan y luchan por alcanzar sus más anhelados sueños, lo cual significa, entre otras cosas, que no se limitan tan solo a las labores domésticas; sus proyectos y su tiempo son tan importantes como los de su pareja, por lo tanto, no puede ser justo que enfrenten ellas solas la crianza y educación de los hijos; cada uno de los padres debe abocarse por igual a ese sagrado compromiso.
Un sinnúmero de estudios, por otra parte, ha demostrado que el niño necesita de la influencia amorosa, protectora y formativa de ambos progenitores; la ausencia de uno de ellos le priva de experiencias esenciales para su comportamiento y pleno desarrollo. Un hijo que únicamente percibe la cercanía de la madre en casi todo lo que concierne a su educación, asumirá que el padre es una persona desinteresada por su aprendizaje, divorciada de las ineludibles labores escolares que representan, a esa edad, sus más serios compromisos.
¿Es correcto que la responsabilidad del éxito familiar recaiga en el padre, quien debe generar ingresos para ocuparse de todos los detalles de la familia, por lo que no puede dedicar suficiente tiempo a la familia y a su hijo? ¿O es correcto que el padre no pueda asumir la responsabilidad de la educación de su hijo mientras gana dinero? ¿A qué se refiere con eso? |
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El padre y la educación de los hijos / F
Tal como señalamos en líneas anteriores, las madres de estos tiempos en que vivimos buscan y tienen oportunidades de conseguir los medios que les permitan obtener un trabajo remunerado, por lo cual contribuyen también, de manera significativa, con el presupuesto familiar; no solo los padres tienen la responsabilidad exclusiva de generar ingresos. En ese sentido, el compromiso de educar a los hijos recae por igual en ambos; es imprescindible, por lo tanto, que exista una rigurosa planificación del tiempo con el fin de que no se descuide la enseñanza de unos pequeños para quienes los dos padres son sus mejores modelos, el más fuerte apoyo que puedan tener.
De todas maneras, si la responsabilidad de la estabilidad económica de la familia recayera solo en el padre, este debe tener presente que el hijo necesita de su apoyo, requiere percibirlo junto a la madre en el rol de guía, de educador. Los compromisos laborales que propician los ingresos materiales de la familia no pueden interponerse en la edificante labor formativa que marca el presente y futuro de ese niño. Esto quiere decir que, en la balanza de las prioridades que la vida coloca en nuestro camino, no podemos asignarle mayor peso al factor financiero, mientras ponemos en riesgo el equilibrio emocional, la buena conducta y el porvenir de los hijos.
¿Qué es lo más importante en la educación de un niño? Ambos padres deben brindarle una buena educación y que estudie a tiempo. En este caso, ¿puede mejorar su educación y progreso? O, si el padre no le presta atención a la educación, ¿podrá el niño alcanzar un mayor éxito académico solo gracias a la educación de la madre? |
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Mientras la familia sea en realidad un núcleo que aglutine con firmeza a todos sus integrantes, un conjunto de relaciones equilibradas ante los vaivenes de la realidad, logrará cumplir con todos los objetivos que proyecta. Lo ideal entonces es que ambos padres deben abocarse, por igual, a la educación de los hijos, ya que la falta o la negligencia de uno de ellos les impide a los pequeños conocer a cabalidad las diferentes actitudes, los distintos modos en que se manifiesta el amor, la autoridad y otros factores esenciales para su crecimiento; no experimentan como debería ser, desde todas las dimensiones humanas, las relaciones filiales.
Una misión compartida / F
Ahora bien, si suponemos que solo la madre se ocupa de la educación de los hijos, podemos alegar por supuesto, tal como señalamos antes, que se trata de una tarea que deben llevar a cabo los dos progenitores, por el bienestar integral de esos niños. Sin embargo, el hecho de que únicamente la figura maternal asuma semejante responsabilidad no significa de ninguna manera que existe una alta probabilidad de fracaso. En nuestro país, y lo sé por experiencia propia, hubo un largo período en que solo las madres se encargaban de atender a sus hijos en edad escolar; los padres, debido a distintas razones que no vienen al caso explicitar, siempre estaban ausentes. Históricamente se ha reconocido en esta tierra la inmensa labor de esas mujeres trabajadoras que jamás descuidaron la enseñanza formal e informal de sus hijos y propiciaron varias generaciones futuras de hombres y mujeres ejemplares.
Saludos compañero, es un gusto visitar su post y poder visualizar entre líneas como desglosa dicho tema de manera muy interesante. La verdad es que en el hogar se necesita del apoyo de ambos para tener una buena formación a los niños, si bien es cierto que en hogares disfuncionales solo la madre o en ocasiones el padre brinda la educación a su hijo sin ayuda de otro, cuando hay una relación estable es bonito que ambos se incluyan en eso. En mi caso puedo decir que mi esposo y yo trabajamos en equipo, yo investigo él explica a mi pequeña o viceversa pero se trabaja en equipo. Fue un gusto leerle, hasta pronto deseo éxitos para usted.
Claro, lo mejor es trabajar juntos en la educación de los hijos para que ambos se involucren y no resulte una labor tan larga y pesada como cuando solo uno de los dos asume ese compromiso... Muchas gracias por sus excelentes comentarios. Saludos.
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