Citrus Storm || Tormenta de Cítricos [Eng /Esp]

Good morning, Steemit friends.
Today I woke up to the dry sound of something hitting the ground. I looked out the window and there they were again: dozens of lemons scattered all over the garden, as if a citrus storm had passed through overnight. The lemon tree at the back of the yard has been more generous than ever this year, and we can't keep up with collecting everything that falls.

I grabbed several bags I had stored under the sink and went out to the garden. The grass was wet with dew, and yellow fruits, some still with a bit of green, were hiding among the green stems. I bent down one by one, picking the firmest ones, the ones that could still be used for juice or zest.

After half an hour, I already had several bags full: one black, one white, one green, and another cloth bag that I usually use for shopping. I placed them against the patio wall, next to the water can. It was impressive to see the quantity. And there was still more to pick.

I laughed to myself. “I could open a lemon shop,” I thought. Maybe this afternoon I’ll make lemonade for the neighbors, or maybe I’ll get around to making lemonade. Whatever it is, nature has given me plenty to do.

Buen día amigos de steemit.
Hoy me desperté con el sonido seco de algo golpeando el suelo. Miré por la ventana y ahí estaban otra vez: decenas de limones esparcidos por todo el jardín, como si durante la noche hubiera pasado una tormenta de cítricos. El árbol de limones en el fondo del patio ha estado más generoso que nunca este año, y no damos abasto para juntar todo lo que cae.

Agarré varias bolsas que tenía guardadas debajo del fregadero y salí al jardín. El pasto estaba mojado por el rocío y entre los tallos verdes se escondían los frutos amarillos, algunos aún con un poco de verde. Me agaché uno por uno, recogiendo los más firmes, los que todavía se podían aprovechar para jugo o ralladura.

Después de media hora, ya tenía varias bolsas llenas: una negra, otra blanca, una verde y una más de tela que suelo usar para hacer las compras. Las puse contra la pared del patio, al lado del bidón de agua. Era impresionante ver la cantidad. Y aún quedaban más por recoger.

Me reí sola. “Podría abrir una limonería”, pensé. Quizás esta tarde prepare limonada para los vecinos, o tal vez me anime a hacer dulce de limón. Sea lo que sea, la naturaleza me dio tarea para rato.