Este 2024 me encuentro jubilada, con una computadora que aunque es la mejor que he tenido, ya es bastante anticuada para estas generaciones, que están dominadas por la robótica y la inteligencia artificial.

La crisis económica y política que vive mi país hizo que me regresara a vivir a Carúpano, mi ciudad natal. Carúpano es un pueblo pequeño, que crece a la orilla del mar. Aquí hay unos 200.000 habitantes. Es un pueblo de grandes pescadores y pequeños agricultores. Este pedazo de tierra se resiste a morir, gracias a un pasado glorioso lleno de historia y de tradiciones que le dan vida eterna.

A pesar de las necesidades, yo vivo feliz aquí, en la casita que siempre soñé, al lado de mi hermana-mamá, ayudo a crecer y a hacer de mi sobrina, que es como mi hija, una buena estudiante. Tengo un compañero, que aunque tuvo que irse a trabajar para Caracas, la capital de Venezuela, me quiere tanto, que lo siento muy cerca, y hasta tengo un loro que me hace reír y me da muchísima compañía.

La urbanización donde vivo es muy pequeña, unas pocas calles llenas de cotidianidad: el condominio, el aseo, el agua, el gas........ Pero mi mundo es mucho mayor, gracias a una red social que se llama Steemit, paseo por el mundo entero, y he logrado convertir a muchos usarios en mi familia; todo gracias a los rayos láser.

En este momento, por ejemplo, me siento frente a mi computadora, y el realismo mágico de internet, me abraza a un mundo que me acepta, que me quiere y que me hace sentir que el mundo vive aquí, en mi pequeña habitación.

Hace unos cuantos días atrás, el viernes pasado específicamente, hubo lluvia en el pueblo y se cayó el cable de fibra óptica de internet. En principio pensamos que sería una tarea sencilla, pero no resultó ser así, pues en Carúpano el cable no se consigue con facilidad, entonces había que esperar que la compañía de telecomunicaciones hiciera los trámites necesarios para reparar la avería. Ayer lunes fue cuando pudieron venir a resolver el problema.

En medio de mi crisis emocional por sentirme aislada del mundo, pues en el lugar donde vivo no funcionan los datos móviles, pensé en el viejo proverbio que dice: "Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

Les confieso que de golpe sentí como si todos mis amigos se hubiesen ido de viaje, y la sombra de la soledad me asfixiaba más que el calor de estos días. Fue allí donde caí en cuenta que quedarse sin este trabajo significaría para mí, dejar de compartir pensamientos con muchas otras personas, de otros países, razas y credos, que te quieren, y que multiplican tu espectro de vida en una espirogira maravillosa.

Ahora estoy frente a mi computadora, con mi router sonriéndome con sus lucecitas verdes, y el delgado señor cable, me demostra que tiene más importancia en mi vida de la que yo creía. la importancia que tiene en vida.

I am so ignorant of technology that I didn't even know that patients are now operated on with lasers instead of scalpels, so the operation is less painful and less traumatic from every point of view.

I spent a large part of my university career writing on a typewriter, I loved that Olivetti machine so much that I caressed its keys, kept it in my blue jeans bag; and I turned her into a true friend.

_Pixabay

I started relatively late with computers, at first because I couldn't afford to buy one, and then because I felt sorry to put my typewriter away in the chest of oblivion.

In 2024, I am retired, with a computer that, although it is the best I have ever had, is already quite outdated for these generations, which are dominated by robotics and artificial intelligence.

The economic and political crisis that my country is experiencing made me return to live in Carúpano, my hometown. Carúpano is a small town, which grows on the seashore. There are about 200,000 inhabitants here. It is a town of great fishermen and small farmers. This piece of land refuses to die, thanks to a glorious past full of history and traditions that give it eternal life.

Despite the needs, I live happily here, in the little house I always dreamed of, next to my sister-mother, I help my niece, who is like my daughter, grow and make a good student. I have a friend who, even though he had to go work in Caracas, the capital of Venezuela, loves me so much that I feel very close to him, and I even have a parrot that makes me laugh and gives me lots of company.

The neighborhood where I live is very small, just a few streets full of everyday life: the condominium, the toilet, the water, the gas... But my world is much bigger, thanks to a social network called Steemit, I travel all over the world, and I have managed to turn many users into my family; all thanks to laser beams.

Right now, for example, I sit in front of my computer, and the magical realism of the Internet embraces me in a world that accepts me, that loves me and that makes me feel that the world lives here, in my small room.

A few days ago, last Friday specifically, it rained in the town and the fiber optic Internet cable went down. At first we thought it would be a simple task, but it didn't turn out to be that way, because in Carúpano the cable is not easily available, so we had to wait for the telecommunications company to do the necessary paperwork to repair the fault. Yesterday, Monday, was when they were able to come to solve the problem.

In the midst of my emotional crisis of feeling isolated from the world, because mobile data doesn't work where I live, I thought of the old proverb that says: "You don't know what you have until you lose it."

I confess that suddenly I felt as if all my friends had gone on a trip, and the shadow of loneliness suffocated me more than the heat of these days. It was there that I realized that losing this job would mean, for me, ceasing to share thoughts with many other people, from other countries, races and creeds, who love you, and who multiply your spectrum of life in a wonderful spiral.

Now I'm in front of my computer, with my router smiling at me with its little green lights, and the thin cable shows me that it has more importance in my life than I thought. The importance it has in life.

End

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