THE PIRATE FIREBEARD AND HIS CURSE ON THE HIGH SEAS/PART II
Previamente...
The story of a pirate named Firebeard begins, he thought he was the owner of the high seas and with it all the people, to whom he had caused great evil.
He thought he would come out unscathed of everything he did to the innocent, but the dark voice of a specter, called his attention, making him not take his eyes off him.
He vowed to follow through with his purpose and with that he would discover what was behind those wraiths.
-Marrath, stop this nonsense and listen to me! This ship has been visited by a specter, a bloody specter! And not only that, he has had the audacity to tell me that I am not invincible. Who does he think he is? I am the master of these waters, the king of the seas and of all the lands around. Any doubt? I don't believe it! But there is something that irritates me deeply: that specter spoke of innocents. No one in these waters is innocent! Someone dares to challenge my authority with such nonsense, and I will not stand idly by. Prepare all men! I've heard the cannon fire and the shouts of some idiots, other than my privateers! We will return to the village to find out who is behind this curse that is trying to destroy me."Firebeard spoke.
-At your orders, Captain! I only heard, but I haven't seen anything yet. Could it be an illusion," answered Marrath.
Marrath had no idea what was happening on Firebeard's ship, so he would follow his captain's order and, together with the other corsairs, would go in search of those who had conjured that curse.
Firebeard's ship was advancing towards the village, but his true intentions were much darker than wiping out the villagers. The wraith had challenged him, telling him that he was not invincible.
-Captain, Captain! What the hell is that smell?" exclaimed one of the corsairs.
A putrid smell permeated the nostrils of the corsairs, the moon had gone down and the sky was left without stars, in the darkness an uncomfortable noise generated anguish to all those who sailed on that ship.
Firebeard felt how rashes began to appear on his skin, causing him fear and unbearable pain. However, that would not make him lose his determination... he took a dagger, without being able to observe perfectly, he plunged it into each rash, the blood gushed out uncontrollably, while his countenance was filled with rage and despair.
Marrath, who never leaves the captain's side, even though he had been ordered to prepare the corsairs, thought that inside the ship, there must be some evidence confirming that his captain was under a curse.
-Arrr let's go back to the village! I won't die and no storm will make me disappear, I'll finish it all off first.
-Don't risk your life, we'll destroy the town," Marrath believed he could take charge.
Machiavellian voices and laughter was the chilling sound on that ship. The men struck the first blow toward what they thought was the enemy corps.
-Do not attack yet! Evil is not on my ship, but I will not rest until I finish with that specter," said Firebeard who looked up at the sky, the changing clouds keeping him restless.
SPANISH
Previamente...
Comienza la historia de un pirata llamado Firebeard, él se creía el dueño de altamar y con ello todos los pueblos, a quienes les había causado gran maldad.
Pensó que saldría ileso de todo lo que les hizo a los inocentes, pero la voz tenebrosa de un espectro, llamó su atención, haciendo que no le quitara la mirada de encima.
Él juró seguir con su propósito y con ello descubriría que hay detrás de aquellos espectro.
—Marrath, ¡basta de tonterías y escúchame bien! Este barco ha sido visitado por un espectro, ¡un maldito espectro! Y no solo eso, ha tenido la audacia de decirme que no soy invencible. ¿Quién se ha creído? Soy el amo de estas aguas, el rey de los mares y de todas las tierras que rodean. ¿Alguna duda? ¡No lo creo! Pero hay algo que me irrita profundamente: ese espectro habló de inocentes. ¡Nadie en estas aguas es inocente! Alguien se atreve a desafiar mi autoridad con esas tonterías, y no voy a quedarme de brazos cruzados. ¡Prepara a todos los hombres! He escuchado los cañonazos y los gritos de unos idiotas, ¡que no sean mis corsarios! Regresaremos al pueblo para descubrir quién está detrás de esa maldición que intenta destruirme.—Habló Firebeard.
—¡A sus órdenes, capitán! Solo escuché, pero aún no he visto nada. ¿Será una ilusión?— respondió Marrath.
Marrath no tenía idea de lo que ocurría en el barco de Firebeard, por eso seguiría la orden de su capitán y, junto a los demás corsarios, irían en busca de quienes hayan conjurado esa maldición.
El barco de Firebeard avanzaba hacia el pueblo, pero sus verdaderas intenciones eran mucho más oscuras que acabar con los habitantes. El espectro lo había retado, diciéndole que él no es invencible.
—¡Capitán, capitán! ¿Qué demonios es ese olor?— exclamó uno de los corsarios.
Un olor putrefacto se impregna en las narices de los corsarios, la luna se había ocultado y el cielo se quedó sin estrellas, en plena oscuridad un ruido incómodo generaba angustia a todos los que navegaban en ese navío.
Firebeard sentía como sobre su piel comenzaron a aparecer erupciones, causando en él miedo y un dolor insoportable. Sin embargo, eso no le haría perder la determinación... tomó una daga, sin poder observar a perfección, la clavó en cada erupción, la sangre brotaba sin control, mientras su semblante se llenaba de rabia y desesperación.
Marrath quien nunca se aparta del capitán, pese a que le habían ordenado preparar a los corsarios, pensó que dentro del barco, debía existir alguna prueba que confirmaba que su capitán estaba bajo una maldición.
—¡Arrr regresemos al pueblo! No moriré y ninguna tormenta me hará desaparecer, antes acabaré con todo.—Firebeard con voz que demostraba cierta agonía, exclamaba.
—No arriesgue su vida ¡Nosotros destrozaremos el pueblo!—Marrath creía que podía hacerse cargo.
Voces y risas maquiavélicas era el sonido escalofriante en ese barco. Los hombres dieron el primer golpe hacia lo que pensaban era el cuerpo enemigo.
—¡No ataquen aún! El mal no se encuentra en mi barco, más no descansaré hasta acabar con ese espectro.—Habló Firebeard quien al mirar hacia el cielo, el cambio de nubes lo mantuvo inquieto.
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