Querido niño Jesús…

_{Editada en canva}

Hace mucho no hacia esto, pero como siempre digo, nunca debemos dejar de ser niños.

Si hablamos de comportamiento creo que este ano me he portado de lo mejor, he sido buena hija, esposa, compañera y persona. Estoy muy sorprendida de cómo me fue en mi rotación de ginecología y obstetricia.

Estudie mucho, todos los días que llegaba del materno a casa me dedicaba a estudiar por lo menos 3 horas y fue una técnica que me funciono mucho porque pude destacar entre mi clase y me gane el cariño y admiración de muchos (la gloria sea para Dios).

Pensando en mi regalo, pues aún no ha llegado el día de recibirlo y siento que te me adelantaste. Me diste ese regalo que anhele por anos, una sobrina fruto del amor de mi hermano Alex y mi cunada Yari, ese regalito llego antes de tiempo y estoy más que agradecida y plena.

Pero para este 2025 quisiera pedirte más que un regalo, una AYUDA.

Tengo algunos planes en mente y quiero pedirte el regalo de la CONSTANCIA, es una virtud tan bonita pero que cuesta tanto hacerla florecer y sobre todo mantenerla viva en nuestro ser.

Necesito ser constante y tener disciplina para lograr esas metas que desde ya me estoy trazando para tener un buen año nuevo. Y sé que con ese regalo vienen incluidos muchos más, como un medio de transporte para que ya no tenga que preguntar al chofer del transporte :
“Señor acepta pago móvil”

Mi 2024 ha estado lleno de retos, pruebas y obstáculos que me pudieron golpear un poco, pero así mismo fueron los ideales para demostrarme de lo que soy capaz y de hasta dónde puedo llegar.

Más que obstáculos, fueron RETOS que me hicieron entender que soy valiente y capaz, que tengo muchas VIRTUDES y puedo cada día ser mejor en cada ámbito de mi vida.

En estas fechas te pido también como regalo, el AMOR en cada familia del mundo, que este siendo el vínculo perfecto impregne cada hogar transformando corazones y mentes.

Con amor, María Alexandra...

• Invito a: @petrarodriguez @sabrip y @josephdaniela
• Link del concurso: Concurso cotina: Mi carta al niño Jesús