El Mundo de los Sueños.

El Mundo de los Sueños.

En un lugar lejano, donde el cielo era de un azul profundo y las estrellas brillaban con una luz suave, había un río que fluía con una corriente mágica. Este río se llamaba el Río de los Sueños, y su agua era tan transparente que se podía ver a los peces que nadaban en su interior.

En la orilla del río, había una ciudad llamada Somnium, donde las personas podían ir a dormir y despertar en un mundo de fantasía. La ciudad estaba llena de edificios de colores brillantes, jardines de flores exóticas y un aire que olía a azúcar y frutas.

Un día, una joven llamada Luna decidió ir a Somnium en busca de aventuras. Ella se acostó en su cama y cerró los ojos, permitiendo que el Río de los Sueños la llevara a la ciudad.

Cuando Luna se despertó, se encontró en la calle principal de Somnium. La ciudad estaba llena de gente que caminaba con un paso ligero y una sonrisa en el rostro. Luna se sintió atraída por un edificio llamado La Casa de los Sueños, donde se decía que podía encontrar los sueños más increíbles.

Ella entró en la casa y se encontró con un hombre llamado Somnus, que se presentó como el dueño de la casa. Somnus le dijo a Luna que ella podía elegir entre tres tipos de sueños: el sueño de la aventura, el sueño de la sabiduría y el sueño de la belleza.

Luna pensó durante un momento y finalmente decidió elegir el sueño de la aventura. Somnus le dio un pequeño objeto que brillaba con una luz suave y le dijo que lo llevara consigo en su viaje.

Luna salió de la casa y se encontró en un bosque lleno de árboles altos y una hierba verde. Ella se sintió atraída por un sendero que se extendía ante ella y decidió seguirlo. El sendero la llevó a un río que fluía con una corriente rápida, y Luna se sintió emocionada de cruzarlo en una barca.

Mientras cruzaba el río, Luna se dio cuenta de que el objeto que le había dado Somnus brillaba con una luz más fuerte. De repente, se encontró en un mundo de fantasía donde podía volar, correr y saltar tan alto como quería.

Luna se sintió libre y feliz en este mundo de fantasía, y decidió explorarlo durante horas. Finalmente, se dio cuenta de que era hora de regresar a Somnium y decidió seguir el sendero de regreso.

Cuando Luna llegó a la Casa de los Sueños, Somnus le dijo que había elegido bien al elegir el sueño de la aventura. Ella se sintió agradecida por la experiencia y decidió volver a casa.

Luna se acostó en su cama y cerró los ojos, permitiendo que el Río de los Sueños la llevara de regreso a su hogar. Cuando se despertó, se sintió renovada y lista para enfrentar nuevos desafíos en su vida real.