Hoy me levanté muy temprano, luego de dos días seguidos de guardia, salí a las 8 de la mañana, mi esposa me pasó buscando por la clínica para ir hacer algunas compras en el supermercado, teníamos pensado hacer un pequeño compartir en la tarde para celebrar el recibimiento del sacramento de la confirmación de mi hijo mayor.

Para poder estar hoy libre y acompañar a mi familia a la iglesia, me ví en la necesidad de quedarme dos día seguidos cumpliendo con mi deber laboral, como todo en la vida todo sacrificio tiene su recompensa. Nos fuimos al supermercado río, dónde compararía los ingredientes para hacer una pequeña pizza en la noche.

Primero , pase por una venta de repuestos donde hace un tiempo atrás compré la batería para el carro, el cual se me había dañado y aún tenía garantía, así que con ella me dirigí al lugar, dónde no esperaba que me dijeran que la compañía que distribuyen estás baterías se había ido del país y ellos no podían hacer nada, me sentí estafado, ya que no duro nada.

Luego de nuestras diligencias, nos fuimos a casa. Mi hijo, era mi deber de estar con él en la tarde, así que fui saliendo de algunos pendientes para estar libre para acompañarlo en la tarde. Luego de almorzar, fui a casa de mi mamá para dejar los materiales para la elaboración de la pizza. Era día de semana y sin muchos planes todo se fue dando.

Mi hermana preparó la masa para la pizza, ella era la madrina escogida por mi hijo. En la tarde, salimos para la iglesia, allí ya estaban algunos de los niños que iban a recibir el sacramento, muy contentos y cada uno en su lugar, según el orden que le había indicado el cura de la iglesia.

La misa inició a las 6 de la tarde, duró casi dos horas, pero gracias a Dios ya cumplió con su compromiso. Al salír de la iglesia nos fuimos a casa de mi mamá, dónde terminaríamos de hacer la cena especial para nuestro hijo Ali. Era una cena familiar, el contó con la presencia de dos compañeros de estudios. Por ser día de semana, luego de comer nos fuimos a descansar.