Un breve descanso para disfrutar del biryani cerca del campus

Hola, espero que a todas les vaya muy bien!

La vida universitaria puede volverse súper agitada, sobre todo cuando se acumulan tareas y proyectos, pero entre las prisas, a veces basta con una buena comida con un buen amigo para que todo se recupere.

Eso fue exactamente lo que me pasó ayer cuando salí con mi amiga Laiba a comer lo que resultó ser el mejor biryani que he probado en la zona cercana a nuestra universidad.

Fuimos a un pequeño local bastante popular entre los estudiantes.

Nada del otro mundo, solo unas pocas sillas de plástico, mesas de metal y un ambiente que parece más un puesto informal de carretera que un restaurante, pero, sinceramente, ahí reside el encanto: nuestra comida servida en sencillos platos de acero inoxidable.

El biryani era una vibrante mezcla de arroz basmati de grano largo, perfectamente empapado en especias deliciosas.

No era picante solo por ser picante, sino que tenía matices. Tenía un intenso tono naranja gracias al masala, y cada bocado tenía un poco de todo: tiernos trozos de patata, trocitos de verduras y, ocasionalmente, cebolla frita para darle ese toque crujiente y dulce. Las patatas estaban especialmente suaves y perfectamente sazonadas, lo que le daba un toque extra de confort a cada bocado.

Lo acompañamos con botellas frías de Cola Next (una de las mejores bebidas de cola que, sorprendentemente, combina a la perfección con la comida picante) y vasos de agua de acero. ¡Un sorbo de cola refrescante después de una cucharada de biryani picante! ¡Qué más quiere un estudiante!

Llevaba vaqueros y una camisa a cuadros rojos y azules, mientras que Laiba llevaba su mochila a su lado. Nos sentamos en el borde de la mesa pequeña, charlando sobre la vida, los plazos de la universidad y lo mucho que necesitábamos este descanso. El ambiente era informal, pero a la vez especial. Compartir buena comida en un ambiente sencillo con alguien que te entiende tiene algo que realmente hace que la experiencia sea mucho mejor.

Al final, quedamos saciados, satisfechos y prácticamente convencidos de que este restaurante de biryani merece ser considerado el mejor de nuestra universidad. Sin exagerar. Es una de esas joyas escondidas que no depende de la presentación ni de la influencia en redes sociales. Simplemente sirve comida realmente buena.

Si alguna vez estás cerca de nuestra universidad y te apetece un biryani que te haga sentir como un cálido abrazo en forma de comida, este es el lugar ideal. Sin duda, fue un día inolvidable, y ya estoy deseando que llegue nuestra próxima escapada de biryani.

Respetuosamente mencionado señor!
@steemchiller
@cotina