Perro de color rosa

Voy por la calle, solo necesito mis ideas para dejar un legado. Soy de esta isla. Hoy he tenido la sensación de que puedo quemar toda la energía. Ser un agujero negro que adsorbe todo lo que débilmente se acerque. Me sigue este perro callejero. Es un perro rosado por una triste coloración anterior. Caminamos sin rumbo. Saltamos entre baches y asfalto. No tenemos tiempo suficiente para pensar en pequeñas necedades. Somos dos almas en su proceso de trasmigración. Debería llevar también un gato. Pero suena más ridículo.

Si estuviéramos cerca del mar, seríamos como estos cangrejos con pinzas ridículamente grandes. Podemos prender fuego a la ciudad. Luego ver toda la litografía final. Los restos de humo, las brasas que quedan prendidas luego de la combustión. Este perro es muy leal. Le he dado un trozo de carne imaginario y ha estado masticando un buen rato.
Somos parte del éxodo. De todo este sistema de convergencia y de cristales rotos. La gente rebusca en los viejos vagones de basura. Se deprecia el ángulo de apreciación o de refracción. Algunos dormitan felizmente en las puertas de restaurantes y tiendas mal aprovisionadas. Nada debería interferir. Incluso podemos usar oxígeno líquido. Para eliminarle las garrapatas y chinches a un perro color de rosa.

Tus proyectos incandescentes me fascinan. Tenemos una pequeña ración de algo. Lo podremos compartir. Me gusta lo suave que ha quedado tu pelaje azul ultramar. Creo que se me han trucado los colores en los frascos. Al perro le da igual el color. Lo importante es nuestra conexión. Lo he encontrado calle arriba. Se pueden leer periódicos con consignas o en su lucha contra el antipolio.

Los parques nos acompañan, las nubes siguen cambiando. La lluvia debe ser esta suerte de cortina, que usaremos para no dejar rastros. Mi tiempo es tan frágil, mi cuerpo es tan frágil. Solo tengo la mente como una máquina zumbando a cinco mil revoluciones. Me han llenado de cables y luces que temblequean. Pero tengo una ventana. Tengo un perro color lila. Me acerco a la ventana y observo al perro correr en círculos. Es una danza alegre. La alegría no debe ser fentanilo u otra mierda que me le han suministrado al perro.

Creen que consumimos drogas. Pues están muy jodidos. No usamos nada que perturbe la mente. Esto es. Mi arte fluyendo. Es un estilo. Puedo tomar este perrillo y convertirlo en un antílope, da igual. Soy quien dispone de las reglas. Puedes tomar toda la jerarquía de posibles grupos y redes. Lo que no mata te obliga a salir del cero absoluto. Te cuento que después del fondo solo se puede ascender. Deja de lloriquear. ¿Se te ha perdido un perrito rosa? Camino en una calle diferente. Le suministro trozos de regaliz. Los mastica y deja de babear.

I go down the street, I just need my ideas to leave a legacy. I am from this island. Today I had the feeling that I can burn all the energy. To be a black hole that adsorbs everything that faintly approaches. I am followed by this stray dog. It's a pink dog from a previous sad coloring. We walk aimlessly. We jump between potholes and asphalt. We don't have enough time to think about small follies. We are two souls in the process of transmigration. I should also carry a cat. But it sounds more ridiculous.

If we were near the sea, we would be like these crabs with ridiculously large claws. We can set fire to the city. Then see all the final lithography. The traces of smoke, the embers left smoldering after combustion. This dog is very loyal. I've given him an imaginary piece of meat and he's been chewing on it for a while.
We are part of the exodus. Of this whole system of convergence and broken glass. People rummage through old junk cars. The angle of appreciation or refraction is depreciated. Some doze happily in the doorways of poorly stocked restaurants and stores. Nothing should interfere. We can even use liquid oxygen. To remove ticks and bedbugs from a rose-colored dog.

Your incandescent projects fascinate me. We have a small portion of something. We can share it. I like how soft your ultramarine blue coat has become. I think I got the colors tricked out in the jars. The dog doesn't care about the color. The important thing is our connection. I found it up the street. You can read newspapers with slogans or in their fight against anti-polio.

The parks accompany us, the clouds keep changing. The rain must be this sort of curtain, which we will use to leave no trace. My time is so fragile, my body is so fragile. I only have my mind like a machine whirring at five thousand revolutions. I've been filled with wires and lights that shiver. But I have a window. I have a lilac-colored dog. I go to the window and watch the dog run in circles. It's a joyful dance. The joy must not be fentanyl or some other shit I've been fed to the dog.

They think we're on drugs. Well, they're really fucked up. We don't use anything that disturbs the mind. This is it. My art flowing. It's a style. I can take this little dog and turn it into an antelope, whatever. I'm the one who has the rules. You can take the whole hierarchy of possible groups and networks. What doesn't kill forces you out of absolute zero. I tell you that after the bottom you can only ascend. Stop whining, did you lose a pink puppy? I walk on a different street. I supply him with pieces of licorice. He chews them and stops drooling.